sábado, 19 de septiembre de 2009

Pero yo sí que quería...


Tu cara me había dejado de sonar tras una semana de mañaneos interminables con abrazos incluidos de esos que se te meten en los bolsillos sin avisarte. Todo era nuevo dentro de lo normalmente rutinario y disfrutaba del frío abrasándome los huesos sin piedad y de las gotas de sol que se asomaban con recelo por la ventana a la izquierda de mi pupitre dándome pellizcos para despertarme.Pero anoche fue el colmo. Entre las chucherías que entraban sin cesar en mi boca de lo norviosa que me sentía, buscaba alguna palabra perdida por el aire que fuese dirigida hacia mí. Sólo encontré miradas de compasión que de manera directa me decían "no quiero...".
La noche fue demasiado fría y aburrida.

2 comentarios: